17 de marzo de 2016

ENTREVISTA A MANUEL DIOS, LUIS EN CUÉNTAME CÓMO PASÓ

LAURA SANCHEZ MIGUEL
Manuel Dios lleva desde los once años inmerso en el corazón de la serie más longeva y querida de nuestra televisión. Su personaje Luis siempre ha calado hondo desde niño. Era el pequeño de gafitas que compartía aventuras con sus mejores amigos, Carlos y Josete. Una amistad inquebrantable a pesar de la distancia y el tiempo. Luis fue el primero que dio el estirón de los tres y el que tomó una decisión drástica, casarse e iniciar una nueva vida de marino.  La realidad fue que  Manu quiso hacer un parón  en su vida interpretativa  para dedicarse plenamente a sus estudios de Ciencias Políticas.  Por suerte, fue el año pasado cuando pudimos recuperarle con un reto muy importante, Luis regresaba hundido en el mundo de las drogas.  Esta temporada está tratando de salir adelante con la ayuda de Carlos y de nuevo Manu ha demostrado tener una sensibilidad muy especial bordando el papel. Esta entrevista ha sido pensada para hacer un sincero y cariñoso homenaje tanto a su personaje como a su trayectoria desde pequeño en Cuéntame.  Además,  ha sido un placer descubrir  que  hay un chico comprometido y fantástico  que te conquista de primeras con su amable sonrisa.  Manu tiene mucho que contarnos y nos deja claro sus ganas de seguir interpretando.



"Luis está demostrando que está dispuesto a salir adelante"

LUIS ESTA TEMPORADA
BlogCuéntame. Lo primero empezar por hablar de esta temporada sobre tu personaje y el gran protagonismo que ha cobrado ¿estás contento con el  balance que  haces de la temporada? 
Manuel Dios. La verdad es que estoy muy satisfecho con el resultado. En un primer momento no te voy a negar que sentí un poco de vértigo cuando me dijeron que Luis iba a tener mucha presencia pero. una vez que empecé a trabajar con los guiones y a pensar cómo plantear las distintas secuencias, ése vértigo inicial se transformó en ilusión.

Luis es un chico sensible, muy especial. Cuéntanos, ¿cómo entiendes tú al personaje?
Luis tiene mucho de Manu. Trato de incorporar algunos elementos que me son propios y trasladarlos al personaje: expresiones, gestos, reacciones…En cuanto a su carácter y a pesar de la situación tan difícil que ha tenido que atravesar en estas últimas temporadas, Luis se mantiene muy leal hacia sus amigos, es sensible, empático y sobre todo está demostrando que está dispuesto a luchar por salir adelante.

El capítulo 298  de esta temporada, titulado “Sagrillas Kid”, estaba dedicado a tu personaje. ¿Sentiste mucha responsabilidad? 
Efectivamente, un capítulo con tanto protagonismo genera una gran responsabilidad. Sabes que el peso de la trama recae sobre tu personaje y eso te obliga a dar lo mejor de ti. Sin embargo, desde que hice la primera lectura de guión, me encantó el planteamiento que propusieron los guionistas: la forma de narrar la historia, los “flash backs”… Además, el estado de tensión en el que se encuentra Luis durante todo el capítulo es un registro en el que me he sentido bastante cómodo. 

¿Qué fue lo más complicado?
El interiorizar el estado de culpabilidad en el que vive Luis a lo largo de la trama, ese sentimiento de que para todo el mundo es culpable aunque él sepa que en realidad no ha tenido nada que ver con lo que le ocurrió a Naty.

Luis ha calado siempre muy hondo en los telespectadores. Desde niño llegó mucho tu interpretación,  pero ahora ha inspirado mucha ternura. En definitiva, has logrado que el público empatice con tu personaje y desee que se recupere ¿cómo has vivido esta reacción?
Con profundo agradecimiento. Siempre es grato que tu interpretación despierte ese tipo de sentimientos en los espectadores. Creo que ha sido un logro que no se explica sin el trabajo de los guionistas a la hora de perfilar la evolución del personaje

Para su recuperación te han llevado al campo, al pueblo. ¿Te ha gustado salir de San Genaro?
En principio a mí siempre me han gustado más los rodajes en estudio. Es como tu “zona de confort”. Tienes tu camerino, maquillaje y peluquería a dos puertas, pasas el texto en la mesa italiana. Sin embargo, está temporada le he cogido mucho gusto a los exteriores. Pasas mucho más tiempo con el equipo, te relacionas con la gente del lugar en el que ruedas y sobre todo disfrutas al máximo de esas maravillosas localizaciones que se encargan de buscar desde producción.

¿Se te ha transmitido algo de la pasión de Alcántara por el vino?
Sin duda. Los rodajes en “Finca Loranque” invitan a ello. Los viñedos, el proceso de elaboración del vino, la maquinaria, las vasijas…son reales. Todo el espacio en el que rodamos ayuda especialmente a interesarte y a disfrutar de esa pasión.


LUIS Y EL MUNDO DE LA DROGA
Luis pasó de ser el chico que daba envidia a Carlos por su independencia y libertad, a una víctima más de la droga. ¿Cuál fue tu reacción al ver el gran giro que se le daba al personaje?
En un principio te plantean unas líneas generales sobre cómo va a ser la trama. Me dijeron que me iba a tocar encarnar esa realidad pero tampoco sabía exactamente el grado de adicción en el que se encontraba hasta que no leí los primeros guiones. Una vez que los empecé a preparar, traté de mantener un poco la esencia de Luis en cuanto al personaje que se había visto crecer. La intención fue no centrarme tanto en construir un yonki prototípico sino reflejar mucho de su trayectoria vital y de su gran amistad respecto a Carlos y Josete. Con ello se consiguió reforzar lo doloroso de determinadas circunstancias por las que tuvo que pasar la temporada pasada. como el robo a Carlos en el capítulo 287.

¿Te sigues documentando sobre la época? 
Sí, de hecho es lo primero que hago antes de abordar los guiones. Me documento sobre los acontecimientos importantes que ocurrieron en el año de ficción en el que vamos a rodar para tener un marco de referencia.  

Y en cuanto a la preparación del personaje, ¿en qué te has ayudado para construirlo? 
El proceso ha sido muy diferente de la temporada anterior a esta. La temporada pasada sí que me obligó a un trabajo de preparación mucho más exhaustivo, considerando la situación en la que se encontraba Luis, que incluía el visionado y la lectura de material específico sobre la adicción a la heroína y de trabajos sobre la sintomatología. Sobre todo mucha previsión y dedicación en secuencias especialmente complejas.

¿Has notado mucho apoyo en rodaje por parte de compañeros y equipo?
Me he sentido absolutamente respaldado. Ya sé que también es una cosa que decimos siempre, pero somos como una familia. La mayor satisfacción que puedes tener como profesional es el reconocimiento por parte de los compañeros cuando terminas de rodar una secuencia complicada y ves que te están felicitando de corazón, que has logrado removerles mientras están trabajando detrás de las cámaras.

¿Cómo es deshacerse al finalizar del rodaje de un personaje tan hecho polvo? Tiene que ser difícil volver a ser Manu aunque Luis sea tan entrañable. 
En el día a día es costoso. Hay jornadas en las que terminas y llegas a casa destrozado física y emocionalmente. Mientras estás rodando no lo notas, estás en caliente y absolutamente focalizado en hacer bien el trabajo, pero una vez que terminas todo lo que has tenido que plantear en el set, esa tensión acumulada te vuelve.

La droga en aquellos años devastó a muchas familias, y aún ahora sigue ocurriendo.  ¿Qué reflexión haces de ello? 
Considero que ha habido muchos cambios en relación a las drogas. Antes era un consumo mucho más destructivo, la adicción a la heroína se podía detectar rápidamente por las consecuencias físicas que provocaba en poco tiempo. Las personas que estaban enganchadas vivían por y para conseguir la dosis que les permitiera calmar esa necesidad física. En cambio, en la actualidad, el perfil del consumidor es muy diferente debido al cambio en el tipo de las drogas más extendidas. Hemos pasado de personas adictas a la heroína, que terminaban en la exclusión, a lo que tenemos en la actualidad, que es un consumo que produce graves efectos psicológicos que ya se están empezando a detectar en nuestra sociedad.

¿Reflexionas sobre su solución?
Considero un error plantear esta cuestión desde un punto de vista punitivo o de criminalización sobre aquellas personas que se ven envueltas en esta triste realidad. A mi entender sería mucho adecuado y efectivo apostar por programas educativos y de concienciación que expliquen claramente cuáles son las consecuencias asociadas al consumo de según qué tipo de sustancias. 


MANO A MANO CON RICARDO
La clave de este año para que Luis se recupere ha estado en la amistad tan grande que tiene con Carlos. Una amistad muy blanca, aunque  ¿cómo la definirías tú?
Una amistad profunda y sincera fruto de muchas vivencias y experiencias en común.

Ricardo y tú habéis transmitido mucha verdad y mucha química. Recuerdo escenas como la del año pasado en la que casi os pegáis, o este año frente a frente diciendo aquello de que la amistad es cosa de dos… ¿Elegirías alguna secuencia en especial? 
Elegiría la que casi nos pegamos, como dices. (risas) Hay una parte del texto que dudo que pueda llegar a olvidar: 
“-Y qué coño quieres  que haga tío si no tengo curro, ni novia, ni nada…Si estoy enganchado joder”.
“-Pues me pides ayuda hostia, que soy Carlos”.
Es una secuencia clave. Luis reconoce su problema y Carlos le tiende la mano desde un primer momento. (ESCENA)

¿Cómo es trabajar con Ricardo?  Es enorme la responsabilidad que siempre ha tenido al estar al frente de una serie tan importante. 
Es un privilegio. Se aprende mucho, te facilita el trabajo todo lo que puede y sobre todo hace que disfrutes mientras estas rodando.

Es inevitable preguntarte por Karina. ¿Te hubiera gustado que Luis hubiera tenido un pequeño romance con ella o ya la ve inalcanzable? 
A mí me habría encantado y no será porque no se lo haya comentado a los guionistas… Pero nada, parece que no hay manera. (risas) Creo que para Luis siempre ha sido un poco su amor platónico. Le ha gustado mucho Karina pero sabe que ahí interfiere la amistad con Carlos y es un tema espinoso. De hecho, en ocasiones, Luis no llega a entender cómo Carlos no está con ella.


UNA INFANCIA EN CUÉNTAME 
Si miras la foto de arriba ¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza? 
Me vienen muy buenos recuerdos. Los primeros años, muchos días de rodaje en la cárcel de mujeres de Alcalá de Henares simulando el descampado, el frío en invierno con los pantaloncitos cortos, escaladas a los árboles, incursiones en los distintos edificios con un ayudante de dirección siempre detrás…Y sobre todo una gran amistad.

¿Te acuerdas cómo te escogieron para el papel?  
Claro. Era el día de mi cumpleaños (cumplía 11) y mis padres me dejaron ir al casting para que se me quitara de la cabeza “eso de ser actor”. Tras 3 o 4 pruebas una mañana de junio del año 2001 sonó el teléfono y recuerdo que fui yo quien lo cogió. Estaba en casa porque ya habían terminado las clases y cuando me dieron la noticia recuerdo que empecé a dar saltos de alegría y a gritar como un loco: “¡¡que me han cogido, que me han cogido!!”
¿Cómo era  Tito Fernández, director de la serie, con los más peques? ¿Os dejó grandes lecciones?
Tito era un maestro. Él era el verdadero “profesor” como solíamos llamarlo. A nosotros nos tenía mucho cariño, nos cuidaba mucho. Era una persona con mucho carácter, muy perfeccionista pero que sabía separar muy bien lo que ocurría en el rodaje cuando este se acababa.

¿Algún gran recuerdo de Fernando Fernán Gómez? Para un niño tenía que ser atronador tenerle delante. ¡Qué grande!
De Fernán Gómez recuerdo el primer día en que coincidí con él  rodando en un instituto de Alcalá de Henares. Había mucho jaleo porque éramos muchos niños recreando una clase de religión del colegio y los ayudantes de dirección no eran capaces de hacernos callar. En un momento dado Fernando elevó un poco la voz para pedir silencio y allí no se movió ni Dios.


Santi Crespo, en una entrevista que le hice el año pasado se acordaba mucho de  Toni Leblanc, decía que era como vuestro “abuelito”,  ¿qué memoria le guardas tú?
Yo a Toni le quería mucho. Compartí muchas secuencias con él en la trama de los billares y era una persona maravillosa. Siempre tenía una expresión o una frase que te hacía reír a carcajadas y que en ocasiones provocaban la interrupción de la secuencia. Fue un privilegio compartir tantos ratos juntos.

Alicia Hermida ha sido muy importante para vosotros como coach. Me gusta preguntaros a todos por ella para que le dediquéis unas palabras. Tanto Ricardo, como Elena y Santi se deshicieron en elogios. 
Ha sido la persona que más me ha enseñado desde que entré en Cuéntame. Como coach se encargaba de ayudarnos a plantear cada secuencia, a decirnos aquello que debíamos corregir o re plantear: “No lo digas tan robot”, “no termines la frase tan arriba”, “no lo hagas tan papagayo”… Sin ella no hubiésemos llegado a donde estamos interpretativamente hablando. Además, Ali es una persona excepcional con un gran compromiso respecto a cuestiones políticas y sociales. Ella tuvo mucho que ver en los estudios que decidí cursar en la universidad, así como en muchos planteamientos y visiones compartidas sobre determinados temas.

MANUEL DIOS y LA INTERPRETACIÓN
Ahora me gustaría indagar un poquito más en Manu.  ¿Cómo es tu mundo a diferencia del de Luis?
Vivimos experiencias y contextos radicalmente distintos aunque yo le incorpore parte de mí al personaje.  Entré a trabajar en Cuéntame con once años. El trabajo en la serie me apasionaba, era como un juego que también me enseñó a responsabilizarme y a tener cierta disciplina. Estuve rodando cerca de ocho años seguidos en la serie hasta que llegó un punto en que veía difícil compatibilizar mis estudios con el mundo laboral. En ese momento opté por cursar la licenciatura de Ciencias Políticas en la Complutense mientras mantenía cierta continuidad con el personaje a través de apariciones episódicas. Una vez que terminé de estudiar la licenciatura y un Máster en Cooperación Internacional, decidí reincorporarme y retomar mi perfil interpretativo de manera más continuada.

¿Fue acertado hacer este parón para formarte?
Yo creo que fue una decisión acertada. Los estudios me ayudaron mucho, me aportaron muchos conocimientos que creo que al final  también me ayudan a enriquecer distintos aspectos en lo interpretativo. He tenido grandes experiencias como el tener la oportunidad de disfrutar de los años en la universidad, poder irme de Erasmus a Lisboa, dar clase con profesores tan solventes como Pablo Iglesias y muchos otros… Sin duda, ha sido un periodo que ha marcado mi crecimiento personal.

¿Cómo fue la despedida de la serie en ese momento?  
La despedida fue emocionante. Recuerdo ése último día en el que estábamos comiendo todo el equipo en el catering y en un momento dado me levanté a por un café, lo que provocó que todo el equipo se pusiese en pie y comenzase a aplaudirme durante varios minutos. Yo me quedé clavado en mitad del comedor, llorando como una magdalena, inmóvil, sin saber qué hacer, ni qué decir, superado por el reconocimiento. Tuvo que venir Alicia a darme un abrazo para sacarme de aquel estado. Fue un momento muy especial que me acompañará siempre.

Los actores niños juegan cuando actúan, de hecho en inglés  “actuar” se dice “play”. Tú has sido actor desde niño, con la dificultad que esto tiene a la hora de enfrentar los cambios  al crecer ¿cómo te has enfrentado tú a ello? 
Es un hecho. Cuando eres pequeño vas al rodaje a jugar. ”Hoy me toca comer chocolatinas, tirar petardos o besar a una chica” y ése es el aliciente. Las cuestiones económicas o estrictamente laborales se te escapan, quedan muy lejos. Pero llegas a una edad en que la cosa cambia. En mi caso coincidió con aquellos años en los que tomé la decisión de hacer ese parón en la serie para seguir estudiando. Comienzas a valorar esas otras dimensiones que envuelven a la profesión (el reconocimiento, el dinero, la repercusión de tus palabras…). Te das cuenta de que eso que para ti ha sido un juego durante tantos años en realidad es un trabajo. Empiezan a interferir cuestiones como la autoexigencia pero también eres consciente de una mayor profesionalidad y dedicación en lo que haces.

¿Te gustaría seguir  en el mundo de la interpretación? 
Me encantaría poder seguir dedicándome a esta profesión aunque reconozco que es mundo complejo en el que necesitas moverte mucho, saber venderte, “estar siempre ahí”. A mí me gusta muchísimo interpretar y siempre que me han dado la oportunidad la he disfrutado al máximo. Otra cosa son los castings, la necesidad de “moverte” o el estar esperando una llamada o que alguien se acuerde de ti en un momento dado. Esa es la otra cara con la que yo no termino de conectar y que constituye un obstáculo a la hora de dar continuidad a mi carrera como actor.

¿Quiénes son tus actores de referencia? ¿Qué tipo de cine te inspira?
Me encanta el cine como herramienta que permite reflejar determinadas realidades o temáticas de contenido político. En este sentido la lista es interminable pero algunos de los ejemplos podrían ser: Novecento de Bertolucci, La batalla de Argel o Queimada de Gillo Pontecorvo. Me parecen obras maestras y sería un sueño poder encarnar alguna vez a personajes como los que aparecen en estas películas.

¿Consideras que el cine y la interpretación son cultura y como tal hay que apoyarlos y respetarlos? 
Indudablemente. El cine, el teatro, la música, la danza, la interpretación…Todo es cultura, y como tal, necesita tener respaldo institucional por parte de de los poderes públicos que permitan mantener  e impulsar proyectos de calidad.  En los últimos años hemos vivido todo lo contrario. Una política que ha supuesto un ataque sistemático a la cultura en nuestro país y cuya medida más injusta fue la subida del IVA cultural al 21%, provocando gravísimas consecuencias para todo un sector del que dependen miles de puestos de trabajo. Resulta muy triste hacer una comparativa en esta materia con  países de nuestro entorno y comprobar como Alemania lo tiene fijado en un 6%, Italia en un 10% o Portugal en un 13%. La situación actual es insostenible y exige que se modifique.


LA HUELLA DE CUÉNTAME CÓMO PASO
Para acabar, me gustaría saber tu opinión sobre la dimensión de Cuéntame Cómo Pasó. 16 años, 300 capítulos y un recorrido impresionante por la historia de nuestro país. Es increíble que siga adelante con tanta fuerza.
Ha cobrado una dimensión que nunca nadie de los que nos embarcamos desde un principio en este proyecto hubiéramos creído que pudiera llegar a alcanzar. Sorprende la acogida que mantiene después de tantos años. Es de justicia reconocer el trabajo tan profesional que desarrollan los diferentes departamentos que conforman el equipo de la serie. Empezando por guionistas, decoradores, atrezistas, los compañeros de vestuario, maquillaje, peluquería… Todos ellos hacen que el resultado y la calidad de esta serie icónica de la televisión española siga cosechando unos resultados tan buenos en términos de audiencia y seguimiento. 

¿Qué huella crees que va a dejar?
Cuéntame ya ha logrado instalarse en nuestro imaginario colectivo, en el día a día de los españoles. Es un referente en la cultura y la historia de nuestro país. No hay más que escuchar determinadas frases como “esto es muy de Cuéntame”. Incluso ver a presentadores de televisión que incorporan alusiones a la serie en sus intervenciones o leer a columnistas en prensa que toman la serie como ejemplo para ilustrar determinadas cuestiones. También la identificación social que hay con los personajes.  Creo que muy pocas series han logrado un resultado semejante.

¿Qué le dirías a la gente, al público que os sigue apoyando tras tantos años?
Les daría las GRACIAS porque sin ellos nada de todo lo que hemos construido habría sido posible. GRACIAS por estar ahí cada jueves, por el reconocimiento, por tantas palabras de estima, por tantas muestras de cariño familiar cuando te encuentran por la calle…
Les daría las GRACIAS una mil veces por haberlo hecho posible.

Gracias a ti Manu




2 comentarios:

  1. A ver si continuais el blog. Últimamente no puedo ver todos los capítulos y hacéis los mejores resúmenes

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  2. La influencia de un buen amigo tanto en la serie como en la vida real, es grande.

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