17 de octubre de 2010

Un país para comérselo...con mucho arte

A la espera del comienzo Cuéntame, los jueves están muy ricos. El nuevo programa de Juan Echanove e Imanol Arias nos despeja y supera al cotilleo marrullero y vergonzoso de los canales vecinos. "Un país para comérselo" ha demostrado ser una buena y entretenida opción. Dos millones y medio de personas quieren viajar con los "hermanicos" Alcántara, aguantan la tentación de cambiar de canal una vez finalizada la exitosa Águila Roja. Sorprende el resultado, pero tiene su explicación, el programa tiene encanto. ¿TieneAñadir imagen que ver con que Ganga, productora de Cuéntame, este detrás? Sí, claro que sí.


Recordando y homenajeando al inolvidable Labordeta y su "país en la mochila", UPPC consigue tener un estilo propio, dinámico, interesante y elegante. Consiguen captar la esencia de cada región que visitan con la norma de no centrarse exclusivamente en la gastronomía. Ésta no se puede entender sin la gente que la lleva a cabo y sin su historia, su vida y el amor por la profesión. No se olvidan durante el viaje de mostrar otras profesiones que alejadas de la cocina forman parte de la cultura de la zona y que sin duda dan sabor a los productos típicos que se escogen para cada capítulo. La fotografía del programa es estupenda. En los paisajes, desde abajo, prestan atención al detalle y, desde lo alto, nos llenan las pupilas con preciosas panóramicas aereas. La buena música cobra un papel relevante. La banda sonora sorprende, es pegadiza con la zona y muy variada, consigue animar al telespectador. En definitiva, un país para comérselo tiene su propio caracter y eso me ha gustado. El ritmo es rápido, quizás dé a veces la sensación de que quieren contar mucho bueno en poco tiempo o quizás es que de pena que el programa dure tan poco.

Imanol y Juan narran y protagonizan cada capítulo con entusiasmo, fluidez y cariño, se implican con la gente y en el proceder artesanal. Les ha salido bien y me alegro mucho porque desde que se empezó a gestar, la implicación de ambos actores ha sido inmensa. Juan Echanove es el director del programa y el alma mater de todo debido a la pasión que siente por la cocina, elogiada por sus amigos, entre ellos el Sr. Arias. Qué mejor que llevarse a su Quijote particular por toda España; el amigo Imanol, aunque flaquito, sabe lo que es el buen comer, además de ser un especialista en vinos y un gran conversador con una risa muy contagiosa. Ambos actores gozan de la simpatía del gran público y es que los dos son muy majos...tienen mucho arte.

He tenido que esperar unos capítulos para poder escribir y formarme una opinión objetiva del programa, porque adoro a los dos actores, les tengo mucho cariño, y reconozco que lo iba a ver sí o sí. Sin embargo, me apetece seguirlo porque, además de la buena mano con la que está realizada y editada, he observado que surgen buenas conversaciones, nostálgicas a veces, y, sobre todo, reflexiones de lo bonito que es dedicar tu vida a un trabajo que apasione. Tal vez sean oficios que hoy en día casi nadie se plantee hacer, pero era agradable y muy enriquecedor ver a una churrera vivir para su churrería con mucha guasa y simpatía gaditana; a un artesano de zapatos mimar cada costura que daba en los valles extremeños; a una farera recordar a su marido y velar cada día por iluminar la preciosa costa gallega o a una cocinera cántabra hacer un sobao que te llamaba a gritos para darle un buen mordisco. En definitiva, son gente feliz, humilde y muy sabia, muy familiar.



En estos primeros programas, han ido a lugares que yo tengo un cariño muy especial. Hay pocas cosas que me gusten tanto como perderme por el paraíso gaditano, su naturaleza es una joya: sus playas, las dunas de Bolonia, el Pinar de la Breña y la Sierra de Grazalema y sus fantásticos alcornocales.... Qué celos he sentido al ver a Imanol y a Juan sentados bajo los cerezos en flor del Valle del Jerte (impresionante la ruta de la Garganta de los Infiernos) y las dehesas de Extremadura, o visitar las marismas de Santoña y los valles y acantilados cántabros. Pero más envidia me ha dado verles disfrutar de la comida, algo a lo que admito presto poca atención cuando viajo. Aunque eso sí, procuro traer anchoas, pimentón de la vega o comerme una buena tortilla de camarones. Galicia es mi deuda pendiente, fue el cuarto programa, lo vi con atención, si ya tenía ganas de ir a las Rías Baixas, ahora...ni os cuento.

"Un país para comérselo" se une a la gran oferta televisiva de programas viajeros como "Comando actualidad", "Españoles por el mundo" o "Callejeros". Todos muy recomendables. Hace poco en el primero se contaba con mucho detalle cómo es la pesca del atún rojo en las almadrabas gaditanas. Merece la pena dedicar un ratito a ver a Juan, Imanol y Tonino, dicen que todavía les falta conseguir el programa que desean, situarse bien del todo . Probablemente sí, pero dada la respuesta del público lejos no están de conseguirlo. Desde este blog, les animo a seguir siendo nuestros geniales Cicerones.

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