La pelea de Antonio y Desi nos dejó un final de capítulo muy amargo. La nueva posición de Antonio ha producido unas espectativas muy grandes, tanto en Desi, como en el propio Antonio. Ha intentado ayudar a Clara pero se ha confiado en sus posibilidades y se ha encontrado con lo de “donde manda patrón, no manda marinero”. El Ministro ha usado todo su cinismo para negar que tuviera sus propios recomendados. Por poco Antonio mete en un lío al encargado de asegurar esos enchufes y a él mismo. Esto, aparte de desilusionar a Antonio, le ha hecho aterrizar en su posición en ese ministerio. Y esto no le viene nada mal porque muchas veces no ve más allá.
Sin embargo, a su favor, Desi no ha estado correcto en no atender a sus razones, y enseguida echar pestes. En esta pelea hay algo más … y aquí es donde viene el arte de Cuéntame. A Desi ,y a todos en el barrio, les desconcierta la nueva vida de Antonio. El principal problema es que Desiderio le siente lejos y ahora, para colmo, ha pensado que le ha traicionado. Pero es injusto en no confiar en su amigo, conociéndole como le conoce y a pesar de su soberbia. Antonio no ha querido defraudarle, ni jamás querría hacer daño a Clara.
Durante la discusión, Antonio, furioso, dice que se siente juzgado en el barrio. Y puede que sea verdad. Siempre le ha dado mucho miedo parecer un fracasado, es muy inseguro respecto a eso. Él ha contribuido a crear esa imagen de “todopoderoso”, pero tampoco ha sido él sólo, todos en San Genaro han imaginado lo que Antonio puede hacer desde las altas esferas. Vimos en los capítulos anteriores como Josefina, la vecina, metía cizaña con este tema del empujoncito a Clara. Todo esto ha creado una esperanza de que podía enchufar a quien quisiese… y que él mismo tenía. Antonio se está llevando al respecto lecciones de humildad en el ministerio y ahora le ha tocado algo que le duele mucho, su amigo del alma, su Quijo.
Durante la discusión, Antonio, furioso, dice que se siente juzgado en el barrio. Y puede que sea verdad. Siempre le ha dado mucho miedo parecer un fracasado, es muy inseguro respecto a eso. Él ha contribuido a crear esa imagen de “todopoderoso”, pero tampoco ha sido él sólo, todos en San Genaro han imaginado lo que Antonio puede hacer desde las altas esferas. Vimos en los capítulos anteriores como Josefina, la vecina, metía cizaña con este tema del empujoncito a Clara. Todo esto ha creado una esperanza de que podía enchufar a quien quisiese… y que él mismo tenía. Antonio se está llevando al respecto lecciones de humildad en el ministerio y ahora le ha tocado algo que le duele mucho, su amigo del alma, su Quijo.
Lo peor de todo esto, es cuando las discusiones se desmadran y se dicen barbaridades. Ambos personajes son muy tercos y viscerales. Genial cuando Miguel trata de calmar a Antonio y este le continúa gritando exasperado. Tendrán que pedirse perdón y también comprar una nueva tele. Pobre Herminia, que paga las consecuencias de la pelea directamente. Ya bastante le cuesta aceptar el lavavajillas. Mientras, nosotros los telespectadores, nos quedamos apenados viendo el cierre del capítulo con esas imágenes nostálgicas de los buenos momentos de los dos amigos. (Hay un capítulo precioso de la sexta temporada, de mis favoritos, sobre esta bonita amistad “Si la envidia fuera tiña” en el que Antonio acaba limpiando el coche de Desi).
GANAS DE VOLAR
Este capítulo nos abre el ritmo de la segunda parte de la temporada, que los Alcántara reflexionen sobre su nueva vida y la que tenían y también ponen sobre la mesa hacía dónde va a ir la trama de Inés, que implica de lleno a Toni, y me temo que lo van a pasar mal. Nos están dando a entender que estos años fuera le han dado muchas ansias por vivir la vida, por experimentar, por probar, pero son ganas que no está controlando; está volando demasiado. Se ha embelesado por un tipo encantador que, como My Darling, toca la guitarra y canta, pero nada que ver. Se llama Jaime y está interpretado por Rafael Reaño (muchos de mi quinta le reconocerán por su papel en Al salir de Clase, “Turbo”).
Toni se lo encuentra en casa después de haber pasado la noche con Inés y ve que es un tipo caótico que no ha acabado ni la carrera. Cecilia le pone sobre aviso acerca de sus ganas de “volar”. Consume drogas y Toni encuentra en el cuarto de Inés una cuchara quemada, probablemente para preparar cocaína. Inmediatamente, preocupado, decide hablar con Inés y discuten. Inés se defiende, niega que consuma y se toma la advertencia de Toni como un una intromisión intolerable en su vida. Pero los problemas no acaban aquí, también anda pidiendo dinero sin fin aparente. A ver qué ocurre…pero es triste, como todo lo que rodea a la droga. Muy bien Pilar Punzano y Pablo Rivero en la discusión, sentí mucho la preocupación de Toni y la incomprensión de Inés.
Este capítulo nos abre el ritmo de la segunda parte de la temporada, que los Alcántara reflexionen sobre su nueva vida y la que tenían y también ponen sobre la mesa hacía dónde va a ir la trama de Inés, que implica de lleno a Toni, y me temo que lo van a pasar mal. Nos están dando a entender que estos años fuera le han dado muchas ansias por vivir la vida, por experimentar, por probar, pero son ganas que no está controlando; está volando demasiado. Se ha embelesado por un tipo encantador que, como My Darling, toca la guitarra y canta, pero nada que ver. Se llama Jaime y está interpretado por Rafael Reaño (muchos de mi quinta le reconocerán por su papel en Al salir de Clase, “Turbo”).
Toni se lo encuentra en casa después de haber pasado la noche con Inés y ve que es un tipo caótico que no ha acabado ni la carrera. Cecilia le pone sobre aviso acerca de sus ganas de “volar”. Consume drogas y Toni encuentra en el cuarto de Inés una cuchara quemada, probablemente para preparar cocaína. Inmediatamente, preocupado, decide hablar con Inés y discuten. Inés se defiende, niega que consuma y se toma la advertencia de Toni como un una intromisión intolerable en su vida. Pero los problemas no acaban aquí, también anda pidiendo dinero sin fin aparente. A ver qué ocurre…pero es triste, como todo lo que rodea a la droga. Muy bien Pilar Punzano y Pablo Rivero en la discusión, sentí mucho la preocupación de Toni y la incomprensión de Inés.
VENDERSE O NO VENDERSE Y ROBAR SIN NECESIDAD
Aunque no es comparable, no es el único disgusto que se lleva Toni en este capítulo. Su compañero de buffet le traiciona mudándose a la competencia y provocando la pérdida del juicio del despido de los trabajadores en huelga, el testigo principal no se presenta. A ambos les ofrecen dinero y mejores condiciones, pero a cambio sus principios quedan machacados y esto a Toni y a Sonia les duele, además de ser considerados ingenuos por no venderse y no dar seguridad económica a su trabajo. Toni es tajante con su compañero de buffet rompiendo su amistad.
Aunque no es comparable, no es el único disgusto que se lleva Toni en este capítulo. Su compañero de buffet le traiciona mudándose a la competencia y provocando la pérdida del juicio del despido de los trabajadores en huelga, el testigo principal no se presenta. A ambos les ofrecen dinero y mejores condiciones, pero a cambio sus principios quedan machacados y esto a Toni y a Sonia les duele, además de ser considerados ingenuos por no venderse y no dar seguridad económica a su trabajo. Toni es tajante con su compañero de buffet rompiendo su amistad.
Quien tampoco se vende es Merche. Apuesto que más de un telespectador se quedó también boquiabierto cuando la vecina se metió de pronto aquel pañuelo en el bolso. Merche no daba crédito y pasa mucho bochorno que Ana Duato borda. ¡Qué gestos! Pituca (Mercè Mariné) roba compulsivamente todo lo que pilla, aunque lo pueda comprar. Intenta meter ,con un cínico y divertido descaro, a Merche en sus hurtos sin darle la menor importancia. Estos sofisticados vecinos van a dar mucha guerra.
Muchos frentes abiertos hay en este capítulo, menos mal que los chavales se fueron de parranda para celebrar la inesperada boda de un viejo amigo, Luís (Manuel Dios). Felipe se lleva de copas a los tres mosqueteros de Cuéntame. Se lo pasan bomba, beben y se van a un bar con chicas de alterne. Me gustaba la actitud de Josete, más incomodo con la situación. Sin embargo, las ganas de juerga se les estropean cuando ven a Fuencisla, una amiga del pueblo, como una de las prostitutas del bar. Carlos habla con ella y la chica le cuenta con franqueza cómo ha tenido que irse del pueblo porque la trataban mal, y cómo tuvo que dejar su infancia a un lado. Carlos reflexiona acerca de cómo la vida te puede vapulear y enfrentarte a su realidad con mayor o menor madurez, aún cuando eres tan joven. Este año para Carlos está siendo muy importante para su madurez y nos demuestra que es muy buen chico ya que no duda en ayudarla, pero llega tarde, no la vuelve a encontrar.
Por lo menos ha habido alguna alegría, Miguel recupera a Françoise. En definitiva, este ha sido un capítulo de transición de mitad de temporada que nos hacer reflexionar sobre que nos compren los principios y que nos deja preocupados, sobre todo por los altos vuelos de Inés y por la amistad, que no todo lo puede, entre Desi y Antonio.
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