CAP225 TRAS ARDER SIEMPRE, NUNCA CONSUMIRME

CAPITULO 225 LA ULTIMA BATALLA DEL MACHO MONTÉS

Tras arder siempre, nunca consumirme;
y tras siempre llorar, nunca acabarme;
tras tanto caminar, nunca cansarme;
y tras siempre vivir, jamás morirme;
después de tanto mal, no arrepentirme;
tras tanto engaño, no desengañarme;
después de tantas penas, no alegrarme;
y tras tanto dolor, nunca reirme;
en tantos laberintos, no perderme,
ni haber, tras tanto olvido, recordado,
¿qué fin alegre puede prometerme?
Antes muerto estaré que escarmentado:
ya no pienso tratar de defenderme,
sino de ser de veras desdichado.

 Este es un hermoso fragmento de un poema de Quevedo  que Cuéntame trajo sutilmente en forma de canción cuando Inés hablaba con Javi sobre entregarse (Manzanita “Naino”). Es toda una declaración de intenciones que cuadra perfectamente con el muchacho y también con nuestra Inés, que parece que no levanta cabeza y se enfada consigo misma por no conseguir ser feliz.

El aniversario de Jaime le pesa mucho  y en Javi proyecta sus miedos, porque ve que va a acabar como ella o peor.  Le convence para que se entregue y este accede pensando en Marita, su chica, a pesar de haber intentado besar a Inés,  pero la mala suerte se ceba con ellos y Javi es apuñalado.  Identifico a Inés con la canción porque tiene mucha amargura dentro,  mucho dolor, ya que está en un hilo muy fino entre dejarse vencer y salir adelante. Así se lo expresa a su hermano pequeño  en un maravilloso y complice momento entre Ricardo Gómez y Pilar Punzano. No soporta que se la recuerde constantemente como “Inés la yonki”. Carlos le pide perdón por haberla ofendido y le acaricia la mano, e incluso intenta hacerla sonreir. Inés lo agradece, pero sigue en esa tensión constante que no la deja estar tranquila.

Carlos se pasó muchísimo con su hermana en la comida de celebración de “Estandartes y Banderas”. Gran escena en la que el chico reta a su padre con mucha soberbia y chulería; Inés le increpa las tonterías; Antonio pierde los nervios; Miguel observa cauteloso  y Merche intenta poner paz. El disgusto por dejar los estudios fue muy gordo. Sobrado de dinero gracias al FlyBar, Carlos se siente poderoso y sin la necesidad de dar explicaciones a nadie, un héroe (Heroes,David Bowie). Antonio, aunque intenta seguir los consejos de Merche de mantener la calma,  se enciende cuando ve que tiene una moto (NSU del 56)  y  la usa sin casco. Cree que es peligrosa.   Se ve imposibilitado a opinar y al final chocan los caracteres. Se baten en un duelo  de poder que Carlos arregla con una desafiante arrancada de moto y Antonio echando las culpas a Miguel que pasaba por allí.  Ambos, padre e hijo, acaban con la sensación de que no son capaces de entenderse.
Es que Antonio, pobrecito mío, aunque toma una gran decisión dejando el concesionario,  cuando se va su Milano…se nos  desorienta y para colmo Pepe le recuerda  una y otra vez que es un peligro que su mujer esté en Cullera con su jefe. Sí,  ese mismo  que le rompió el coche... A ver cuánto aguanta Antonio. Por ahora mote ya le ha puesto: “Este Tutancamon es un tutontolaba” gruñía.  Pero todos sabemos que Merche no piensa en tener un affaire, al contrario, más bien le da grima. Tomás  ha pasado de ser un tipo con una pinta peligrosa a un dandi patético, que deja caer de vez en cuando algún anzuelo para que Merche pique. 

Lejos de ello ya que casi le ahoga, Mercedes se centra en el trabajo y en evitar que estropee  un importante trato por culpa de ridículos desacuerdos futboleros (nada que el Atleti de Miguel no solucione).  Al final este esperpéntico individuo acabará respetándola mucho, parecía ella más jefa que él. Menos mal  que se lleva una enorme alegría  encontrándose con Nieves (Rosario Pardo), su amiga del alma, que ha encontrado la felicidad con un buen hombre  cantando por la costa valenciana.
Nieves disfruta de la vida y del mar y  va a intentar contagiar a Merche. También lo hace, a su manera, el Matamulas que intenta llevarse a su “yelno” por los caminos de la lujuria y el desenfreno. Miguel le sigue en su juerga pero  también intenta que Paquita le hable, pero esta sigue en sus trece de no devolverle sus te quieros. Esto le frustra y le hace volver a buscar  los apasionados besos de Rocío. Lo que pasó en Sevilla me temo que no se ha quedado en Sevilla.

Ajena a todas las aventuras que vive su familia. María, la benjamina,  tiene una pequeña y bonita trama. Su carita de tristeza al ver que Félix Rodríguez de la Fuente muere en un accidente era un poema. Muchos niños, y adultos, lloraron y lamentaron  su fallecimiento. Fue el primero en traer la naturaleza a España con sus documentales, creando estilo con sus genuinas narraciones, en este capítulo de los machos monteses.  María se enfrenta,  con ojos de niña y con franqueza, por primera vez,  a entender que una persona querida se vaya. La pequeña se hará muchas preguntas.



Este capítulo y el siguiente forman juntos  un guión global, un pequeño bloque, por así decirlo. El capítulo siguiente desenlazará todo lo ocurrido en este:  veremos si Antonio seguirá invirtiendo en las banderas y aguantando la ausencia de su mujer;  si Merche disfruta un poco de la amistad de Nieves y de esos días de luz más tranquilamente;  si Inés y Javi están bien; si Miguel y Rocío siguen dejándose llevar;  y si Carlos cumple su amenaza de independizarse.  ¿Cuál será esa curva que dice que le pondrá la vida?...  Cuéntame se pondrá más que interesante.

CANCIONES

HEROES de David Bowie (final)
NAINO de Manzanita