CAPITULO 226 LA MUJER Y LA TIERRA
Después de esto…qué decir, qué escribir…cómo estar a la altura de lo que Cuéntame y Ana Duato logran expresar en esta escena. Lo mejor es dejarse llevar y querer mucho al personaje. Fue una escena maravillosa, cargada de una gran sensibilidad y feminidad que a muchos nos ha llegado al alma y emocionado.
Merche más guapa que nunca, se adentra en el mar porque tiene mucho miedo y mucha angustia. Quiere sentir, pisar la arena descalza, notar el viento en la cara, escuchar las olas, acariciar el agua… Quiere coger fuerzas a través de la inmensidad del mar y de la calidez del amanecer. Ha sido llevar a Merche a su estado más puro, más vinculado a la tierra y la naturaleza. Yo nunca la había sentido tan mujer desde lo instintivo y natural, más allá de ser una madre que despide cariño a raudales. Mercedes es fuerza, es sentido común, es pasión, elegancia e inteligencia. Intuye que todo su mundo puede dar un giro tremendo y cruel. Por ello decide, con una visible y desgarradora emoción, ser valiente, amar y respirar la vida.
Estamos ante una de las escenas más hermosas y simbólicas de
toda la historia de la serie y de la televisión. Ana Duato vuelve a dar un impresionante recital
dramático. Vuelve a transmitir con esa luz que la caracteriza. El año pasado
nos congeló cuando Merche se entera del
problema de Inés con las drogas (ver post). Todavía no me olvido de cuando
descubrió a Toni con Clara; de la vez que Antonio casi les arruina con el póker; o el momento en el que recuperaba a su marido embarazada en una
tormenta de verano. En esta ocasión, una
servidora, se quedó sin palabras. Ha estado fantástica, qué clase, qué dominio y
qué contención. Una de las cosas que me
rinden ante la actriz es el mimo y el amor que demuestra hacia su personaje,
ella siempre lo dice, “jamás me cansaría de Mercedes”, es universal. Ana ha
crecido mucho como actriz en Cuéntame y ahora parece que no tiene límites, es un
auténtico placer y un lujo. Bravo. El señor Emmy no sé a qué está esperando.
Pero
también Ana se ha visto apoyada por una gran puesta en escena, cuidada al
detalle. Me gustó mucho el momento en el que bajan la música para escuchar las
olas. Los diferentes planos a
ella y al paisaje, los giros, la luz y el ritmo, decidido y elegante, lograban
embellecer más, si cabe, a la Milano. Y
todo abrazado por la genialidad de la Negra argentina, que descanse en paz, y su “Todo cambia”. Mercedes Sosa cantaba a la vida como nadie desde lo terrenal, lo
cercano y natural. En esta canción, cuya letra pertenece a un poema del chileno
Julio Numhauser, nos dice que la vida nos puede deparar mil devenires, buenos o
malos, que hay que encajarlos y luchar para superarlos con lo esencial y lo
valioso que tengamos. No es la primera vez que Cuéntame echa mano de esta
canción para expresar un cambio de rumbo (ver post), esta vez ha sido para un
momento más íntimo.
Ha sido un capítulo con una gran simbología, muy
inteligente. Empezando desde el vestido rosa, la copa que se rompe o el café
negro que se extiende por el mantel y,
sobre todo, la terrible presencia de la señora inquietante (nótese el detalle del turbante, Merche también se cubre la cabeza en
varias ocasiones). Esta dama nos ponía
en tensión con cada aparición. Se puede interpretar como un mal augurio o un presentimiento
de Mercedes y, desgraciadamente, así fue, se encuentra
un bulto en la axila.
Hubo otros detalles que muestran la actitud del capítulo con respecto a este descubrimiento. Merche no quería nadar esa noche por más que insistía Nieves, le daba miedo la oscuridad del mar y por ello encuentra fuerzas al día siguiente y decide superarlo adentrándose en la playa. Nieves actuaba de contrapunto a esas malas sensaciones. Intentaba inyectar en Merche positivismo, ganas de superarse cantando y aprendiendo a nadar. Más simbología: Merche nada con la tabla, un apoyo, pataleando bien fuerte, a veces parecía que se ahogaba, pero ella insistía. Probablemente esto sea una señal de lo que le espera. Ahora que todo le iba tan bien…triunfando vendiendo pisos, ganándose el respeto de su jefe.
Hubo otros detalles que muestran la actitud del capítulo con respecto a este descubrimiento. Merche no quería nadar esa noche por más que insistía Nieves, le daba miedo la oscuridad del mar y por ello encuentra fuerzas al día siguiente y decide superarlo adentrándose en la playa. Nieves actuaba de contrapunto a esas malas sensaciones. Intentaba inyectar en Merche positivismo, ganas de superarse cantando y aprendiendo a nadar. Más simbología: Merche nada con la tabla, un apoyo, pataleando bien fuerte, a veces parecía que se ahogaba, pero ella insistía. Probablemente esto sea una señal de lo que le espera. Ahora que todo le iba tan bien…triunfando vendiendo pisos, ganándose el respeto de su jefe.
Además, la sombra de la muerte está presente en tramas como la de Inés o la de la pequeña María. Incluso Nieves le cuenta que casi se ahoga. Inés describe a su alumna cómo falleció Jaime en sus manos y se lo cuenta tras muchos miedos a la madre de este. La mayor de los Alcántara no levanta cabeza, siente mucho dolor todavía y se guarda en el coche un pico de droga. No quiere usarlo, pero la evidencia es que ahí lo deja. A su vez, la benjamina se sigue preguntando, una y otra vez, si su querido Félix está bien en el cielo. Llega a la conclusión de que es un gran sitio lleno de animales. Me recordó a un capítulo en el que Josete, muy niño, preguntaba a Eugenio, si los piojos tenían alma. Un cielo al que la niña decide esperar dado que su familia no estaría con ella.
Nadie duerme en su cama en este capítulo, todos están
desperdigados, la canción de Jeannette fue muy oportuna. Falta unión. Los hombres
Alcántara no han estado muy finos que digamos. Miguel continúa su idilio con Rocío. Carlos se
pregunta si ha hecho bien en mudarse con Felipe y seguir soportando el desdichado, para él, trío.
Una situación de la que Pituca se
percata obligándose a ir a San Genaro, cuna de maleantes, donde es asaltada por
el Matamulas, ambos únicos en su especie
y muy divertidos.
Una visita desafortunada sobre todo para Antonio ya que se acaba creyendo sus insinuaciones y las de Pepe con respecto a que Merche le pudiese estar engañando. Muy preocupado y cabreado se planta en Cullera. Esta última trama va un poquito más allá. A Alcántara se le cae la cara de vergüenza cuando descubre su error. Le da tiempo a contemplar, en una bonita escena, a la Milano llegar cansada y sola a su habitación. No se atreve a molestarla, algo le dice que tiene que dejarla sola. Antonio la ama con todas sus fuerzas, a veces da la sensación de que piensa que no la merece, especialmente cuando mete tanto la pata . Tiene mucha, mucha suerte.
Una visita desafortunada sobre todo para Antonio ya que se acaba creyendo sus insinuaciones y las de Pepe con respecto a que Merche le pudiese estar engañando. Muy preocupado y cabreado se planta en Cullera. Esta última trama va un poquito más allá. A Alcántara se le cae la cara de vergüenza cuando descubre su error. Le da tiempo a contemplar, en una bonita escena, a la Milano llegar cansada y sola a su habitación. No se atreve a molestarla, algo le dice que tiene que dejarla sola. Antonio la ama con todas sus fuerzas, a veces da la sensación de que piensa que no la merece, especialmente cuando mete tanto la pata . Tiene mucha, mucha suerte.
En definitiva, un final de los de enmarcar; un grandísimo y brillante giro argumental; una actriz a la que aplaudir de pié y un Cuéntame, que
diez años después, sorprende y emociona.
Quizás me quede corta en halagos y escribiendo estas letras…quien sabe.
Lo que es seguro es que lo que viene es muy bueno.
CANCIONES
Merdedes Sosa "Todo Cambia"
-con letra (poema Julio Numhauser)
Jeannette "¿Por qué te vas?"
No creo que exagere ni que me pueda el inmenso amor que tengo a esta serie cuando afirmo que la escena con la que culmina el capítulo 226 sea la mejor y más bella escena jamás vista en la historia de las series españolas.
ResponderEliminarAna Duato comenzó interpretando a una Merche tímida, insegura, con un acento diaspórico y desatinado que era un fiel reflejo de esas fluctuaciones que llegaron a comerse, muy al principio, su interpretación. Si enfrentásemos a la Merche de hace diez años con la Merche que se adentra ahora en el mar al amanecer en una escena bellísima y cargada de alegorías, no parecería que nos encontrásemos ante el mismo personaje. La evolución del personaje ha ido de la mano del perfeccionamiento de la técnica de esta fantástica actriz.
El desnudo emocional de Mercedes se produce sin palabras, sólo con ese rostro hermosísimo y lleno de luz y con la única ayuda de otra gran Mercedes (la Negra), una cámara magistralmente dirigida y ese sol matutino que se baña con ella en el mar.
Mi agradecimiento desde aquí a Ana Duato y al equipo de Cuéntame por este grandioso regalo audiovisual que quedará guardado en los anales de la historia de la televisión española.
muy de acuerdo en todo lo q dices!
EliminarMuchas gracias amiga por este precioso comentario. Sin duda, a los anales de la historia de la televisión española, pero sobre todo a los nuestros. Qué gran suerte tenemos. ;)
ResponderEliminarMe ha encantado el artículo que has escrito!!
ResponderEliminarUnas preciosas palabras que describen perfectamente esta bonita y buenísima serie y lo que nos hace sentir. El capítulo fué muy bonito, pero es que no sabría decir si más o menos que cualquier otro...La familia Alcántara forma ya parte de la familia de cada uno de nosotros y reflejan a la perfección situaciones verdaderas en muchísimas casas y los que hemos vivido realmente TODA es época nos sentimos especialmente identificados. Muchas veces siento lo que Mercedes siente, porque hemos pasado por cosas parecidas y es más un reflejo de nuestras propias vidas, que una historia de ficción.
Casi siempre acabo llorando con la serie, ya sea de alegría, de tristeza o de emoción, pero SIEMPRE siento algo muy especial cuando la veo y disfruto de ella.
Por mi que no acabara nunca...el reparto es extraordinario del primero al último y sencillamente por ser la historia de una familia normal, a la que le ocurren cosas muy normales y en ocasiones por desgracia, habituales, es lo que hace que sea tan querida por el espectador. La calidad es incuestionable.
Muchas gracias por este blog, ES PRECIOSO!!!
Muchas gracias a tí por leer y por estas hermosas palabras, gracias :) Hace mucha ilusión ver que lo que se escribe llega y más ilusión me hace que la serie sea tan tan tan querida que este blog se queda corto.
ResponderEliminarNo me saldría este blog si Cuéntame no me diese razones.
Un beso!
Una lástima...
ResponderEliminardigo, una lástima haber descubierto este maravilloso blog a estas alturas de la película... a partir de ahora, tenéis una fiel seguidora más.
Cáncer de mama + año 1980 = nos quedamos sin Merche? = nos quedamos sin Cuéntame??
A ver cómo va este jueves...
Gracias por el trabajazo de comentar cada capítulo de la serie.
Para nada una lástima, nunca es tarde si la dicha es buena. Muchas gracias. un beso!
ResponderEliminarMercedes saborea la vida en el bellísimo final de este capítulo. Ahí no era madre, ni hija, ni esposa. Era una mujer yendo hacia el mar o hacia el abismo. La intuición de la enfermedad, la soledad.
ResponderEliminarMario
No hay nada como abrazar el mar.... Yo insisto, yo la vi mujer ante todo, desde lo natural, desde lo instintivo. Un poema. Gracias Mario :)
ResponderEliminarCuantas lecciones a tomar de esos abismos.
Una de las mejores escenas que he visto últimamente. La playa de Cullera y la silueta del Montduber al fondo: espectacular.
ResponderEliminarGracias Miguel, yo también pienso que es de lo mejor que he visto desde hace tiempo. :)
ResponderEliminarTenía pendiente revisar esta escena de Cuéntame desde que ví el capítulo, que me emocionó. Hoy me he acordado y he encontrado este magnífico blog. Han sido dos gratas sorpresas: poder volver a ver la escena y leer tu artículo que me parece que es insuperable.
ResponderEliminarEsta escena creo que pasará a la historia de la TV porque es todo sugerencia, sin mostrar nada, pero tan expresiva. Y de Ana Duato...pues que definitivamente me ha ganado, después de esto me rindo a sus pies, me arrodillo ante ella y beso donde pise.
Sublime
Amig@,muchas gracias, me alegra que hayas encontrado el blog. Me encantó escribir este post especialmente. Te doy toda la razón, esta ha sido la gran escena, con todas las letras. Este año su trabajo ha sido de una gran belleza. Nos ha matao ;). Gracias otra vez y te animo a que sigas leyendo y sobre todo disfrutando con Cuéntame.
ResponderEliminar¡Hola ! Hace unos años que empecé a ver esta serie puesto que antes era demasiado pequeña como para estar hasta tan tarde.Cuéntame ha sido la única serie que ha hecho que llore a manta hasta momentos en los que me faltaba el aire, la temporada de Merche con cáncer, sin palabras el trabajo que hizo, sin duda un equipo impecable que hace que todos nos sintamos miembros de la familia Alcántara, espero que continúe muchos años más. Con unas ganas inmensas de que comience la nueva temporada. ENHORABUENA POR VUESTRO TRABAJO. (Un poquito tarde mi comentario...)
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