CAP 227 MIEDO EN EL CUERPO

CAP227 UN SECRETO Y MUCHAS MENTIRAS

“Menos mal que estás tú aquí que siempre sabes lo que hay que hacer”. Ante estas palabras de Antonio, Merche no puede más. Decide contar a su marido lo que le ocurre en el pecho, y su posible mal desenlace y le hace prometer que si le pasa algo, que cuide de todos.  Algo muy duro de decir, de escuchar y de prometer. “A tí no”, decía Antonio  muy asustado mientras se abrazaban “A ti no te va a pasar nada”. La Milano rota y de nuevo generosa, siente en el alma darle ese disgusto.

Fantástico el diálogo. Ana Duato e Imanol Arias  nos regalan una escena de balcón (que se echaba de menos)  maravillosa y están  infinitos en el emotivo cruce de miradas final.  Merche trataba de animarle haciéndole gestos mientras abrazaba a los niños en una gran estampa maternal. (Sonaba la canción infantil “yo conocí” de Enrique y Ana).  Sin embargo, el miedo y la preocupación  se ahondaba en los ojos de Antonio mientras la contemplaba, tan hermosa…. Intentaba como podía sonreírla.  Precioso Imanol. 

De nuevo, una serie de escenas bien escritas, rodadas e interpretadas, que a muchos nos han emocionado ...y las que nos quedan... Esta trama llega muy hondo a los telespectadores ya que quién más o quien menos,  desgraciadamente, sabe o es capaz de imaginar lo que es vivir un drama de este calibre. Esa espera dantesca, prueba tras prueba,  a unos resultados que pueden cambiarte  la vida o la de algún ser querido y a los que les rodean, no se la desea uno ni a su peor enemigo.  Y a nuestra Merche se la quiere mucho aunque hablemos de ficción, no queremos que nada malo le ocurra.  La enfermedad, como dice un amigo, es un abismo.

En este capítulo nos han querido contar lo importante que es Merche en la familia y cómo vive esos días desde la  soledad. Trataba de no preocupar a nadie, disimulando y cuidando a los suyos, mimando incluso a un quejica Antonio. Por desgracia,  la realidad volvía cuando reflexionaba en silencio  su mamografía o cuando se tocaba el pecho. Se lo consigue ocultar a todos excepto a Herminia, que más consciente, decide no dejarla sola. Pero Merche también intenta que no se percate del mismo miedo que confiesa al final a Antonio.  Encaja, muy acongojada pero serena, lo que el médico le dice aunque este trataba de sembrar esperanzas. 

La Milano intenta llevar su vida lo más normal posible y trata de mediar entre los suyos, pero no puede y le afecta más de lo normal. No consigue hacerse con Inés; es la única que intuye que no está bien. Ni tampoco consigue calmar los ánimos entre Carlos y Antonio que siguen en una absurda competencia. Por eso, en esa discusión final cuando Inés confiesa su tentación con la droga y Antonio reacciona a voces, se rompe.  “Ahora no”.

Antonio grita a sus hijos y Merche se lo recrimina, con razón, pidiéndole que escuche, que no se ponga a la altura de Carlos compitiendo y que valore que Inés se lo ha contado. Entra a razones, pero también hay que entenderle, la confesión es muy gorda y  los aires de grandeza del Heredero le tienen muy nervioso. Sin embargo, los hermanos no obran a mala fé, Carlos quiso dar un voto de confianza a su hermana antes de preocupar a sus padres y esta quería demostrarle su sinceridad  hablando abiertamente de lo ocurrido con todos. Pero a pesar de todo nos llega el mensaje de que Inés está en excesiva tensión.

En todas las casas se cuecen habas, que diría Herminia. Ajenos a todo, Paquita y Miguel pasan lo suyo. La Loba vuelve del pueblo dispuesta recuperarle, pero no se da cuenta de que ha pasado mucho tiempo. Piensa  que con su llegada e imponiendo su carácter, ordeno y mando,  la iba a recibir con los brazos abiertos.  A Paquita le cuesta reconocer que se ha portado muy mal con él.  

Los primeros planos han sido una constante y Juan Echanove y Ana Arias disfrutan de ellos y se hacen una réplica  muy buena en la que Miguel, dolido,  no quiere que le pregunte, ni  que le haga el más mínimo reproche. Es de las pocas veces que hemos visto a este personaje dejar sin palabras a la muchas veces egoísta de su mujer. Sin embargo, este envalentonado discurso de Miguel, que invita a Paquita a reflexionar, se queda invalidado por nuevas mentiras para que ella finalmente no sospeche ya que no perdonaría que hubiese estado con otra mujer.  

Miguel, harto de estar sólo,  había empezado a sonreír y a enamorarse al lado de Rocío. La sevillana demuestra su clase en una emotiva y sincera  despedida muy bien interpretada por Juan y por Marisol Membrillo, gran fichaje por cierto. Al final Miguel y Paquita vuelven, se perdonan pensando en sus hijas, comiéndose las croquetas de bacalao  y convencidos de que se quieren, con la, quizás débil, promesa de no defraudarse y  no mentirse.

Este capítulo se  ha centrado mucho en las interpretaciones de los actores, nos ha ayudado a encontrarles en tesituras muy ricas en matices y muy íntimas. A Merche, dueña de nuestros pensamientos, la hemos visto hundida y a Antonio con el miedo en el cuerpo;  a Miguel ser capaz de ajustar cuentas y a Paquita reconocer que se equivoca. Se ha agradecido la confianza entre los hermanos, el apoyo de Herminia, la  torpeza de Josete con el coche, la sensibilidad de Rocío  y la inventiva de Desi. Muchas mentiras y un secreto que nos tiene en vilo. Qué importante es una madre en una familia. Qué importante es la Milano en el mundo Alcántara. Qué cerca les estamos sintiendo.  

CANCIONES

YO CONOCÍ de  Enrique y Ana  (final)

ENOLA GAY de O.M.D