9 de noviembre de 2011

CAP 223 Residencia Alcántara ¿digame?...con la verdad por delante

 CAP223 ESTANDARTES Y BANDERAS
"Ay, señor, señor", cuantísima tarea ha tenido Herminia en este capítulo y qué sembrada ha estado María Galiana. Me resulta muy interesante ver cómo un personaje anciano despierta tanta simpatía. Se la quiere. Los internautas se reían mucho la otra noche con los comentarios y puntadas de la abuela Alcántara. Es entrañable, la actriz y el guión hilan muy fino y saben meter la frase y la ironía en su justa medida para  contarnos lo mucho que trabaja:  la Lotería, la niña, la casa, de “ teleoperadora” y para colmo cocinera de banderas. Pero Herminia, es mucha Herminia y aunque se nos queje,  sabemos que  le encanta sentirse útil.

A todo no podía estar, incluso ironiza con que mejor que  no les tocase el gordo. Al final como resultado se le quema la bandera y no consigue vigilar del todo a Carlos,  a pesar de su insistencia en dejar la puerta del cuarto abierta. De poco sirvió el gran Amén que dijo cuando terminó sus rezos. Al otro lado de la pared, Carlos tentaba a la suerte y se acostaba con Arantxa. Pero Herminia, que de tonta no tiene un pelo, acaba descubriendo lo ocurrido y vuelve a actuar como la abuela complice que nos gana a todos. Regaña cariñosamente a su nieto pequeño asumiendo la gamberrada propia de la edad. Ella también ha sido joven.

Este no fue el único momento a destacar de Herminia. Quizás no tenga una trama tan continua como el resto de personajes, pero sí sus anécdotas completan y equilibran las demás. En este capítulo nos arrancaba una sonrisa cuando piropeaba inocentemente a los Reyes visitando  Guinea,  “tan altos y rubios” decía “… no sé por qué nos fuimos de allí”. Los años se notan, pero  para aliviarla ahí está su nieta María que le dice con rotundidad : “ Abuela, no eres mayor”.  Nada de residencias, sólo en broma, como le dice Antonio.  


No me imagino Cuéntame sin  ella, no puedo. Disfruto mucho con este personaje, admiro su disposición frente a todo, su alegría, su genio, el amor por los suyos y el arte para usar la experiencia o sabiduría que le han dado los años. Unos años vertiginosos  a los que ha tenido que adaptarse como buenamente ha podido. Ha vivido la guerra, la postguerra, la dictadura, la transición y la democracia.  Sin embargo, es una mujer sencilla. Solo sueña con ver a uno de sus nietos casado como Dios manda, “déjame soñar” le decía a su hija. Qué gran respeto me merece esa generación.



Y de tal palo, tal astilla. Con tal ejemplo, cómo Merche no iba a resultar una mujer de bandera (nunca mejor dicho). La Milano ofrece su ayuda a Beatriz a pesar de haberle jugado una mala pasada con las notas difamatorias. Se compadece de ella porque su marido le arrebata a los hijos por su infidelidad. Eso le ofende como madre, sin buscarlo,  vuelve a defender los derechos de la mujer, que en aquella época tenían todas las de perder.



 El papel de Merche en la recuperación de Inés fue clave. Hace poco volví a ver el capítulo del Desencanto, 210, en el que  descubre el problema con la droga y toma las riendas de todo. Aún se me ponen los pelos de punta con la ferocidad con la que quería  proteger a su hija. Esto Inés lo sabe y por eso entiende que Javi, su alumno, necesita su ayuda ( muy bien Sergio Molina). Ese chico está solo, no tiene una madre tan fuerte como la suya, sino todo lo contrario. Pero hay algo más aparte de querer ayudar a este chico y de  devolver todo el apoyo que  recibió por parte de su madre, su familia o el padre Pascual. Inés está intentando recomponer su vida e intenta buscarle sentido dentro de esa solidaridad que siempre le ha caracterizado y que choca mucho al doctor. Es una Inés más dura, más rodada, con una carga de dolor encima muy importante, pero que también posee una grandísima  sensibilidad que le hace empatizar con esos chavales.  

Las chicas Alcántara, de una manera u otra, muy distinta,  demuestran tener coraje y ser inteligentes, hasta la pequeña María da un buen consejo empresarial a su padre.  A Antonio le brillaban los ojos viendo las banderas guineanas, no piensa en otra cosa. De hecho intenta vender  la idea a Galerías Preciados vislumbrando su poco futuro al verse rechazado por el director comercial.  Todos los comienzos son difíciles, convencer a los representantes de la Junta andaluza de que estaban afianzados en la industria de los estandartes fue misión imposible y parecía, más bien, una película de timadores a punto de dar un gran golpe. “El camarote de los hermanos Marx” como afirmaba Herminia.


Nadie se dio cuenta de que hubiese sido mejor ir con la verdad por delante.  Rocío apreció su confesión final sobre que todo era una farsa y que lo único que pretendían era comenzar el negocio ayudando a la gente del barrio. La mujer  tuvo  la intuición de que se podía fiar de los locos de las banderas. Me gustó mucho la intervención de estos actores, Eduardo VelascoMarisol Membrillo.   En especial ella, muy elegante, tenía una pequeña química con Juan Echanove que quizás dé algo que hablar, ya que este está más solo que la Luna. Por ahora, con el acuerdo finalmente cerrado, les toca  fabricar banderas con todo detalle y, a poder ser, sin chamuscarlas. Muy bueno y un placer fue  el poder escuchar, mientras fabricaban la bandera verdiblanca,  al gran Enrique Morente  y su “Defender Andalucia”.
El cantaor era un auténtico enamorado de su tierra. Y es que el amor no se puede controlar, por mucho “cogitatus” y por mucho acuerdo que se ponga. Carlos se lo pregunta  una y mil veces en este capítulo, pero  sigue jugando con fuego. Él no es cómo Felipe, ni tampoco como Arantxa. Él es un Alcántara,  y además, un poco poeta,  acabará sintiendo más de la cuenta. 





Y  por fin llegan los 80, esta temporada nos ahorramos la navidad y damos un salto. Es otro nuevo punto de inflexión después de la vuelta a San Genaro. Dejan muchas tramas abiertas, hay ganas de saber qué les va a ocurrir: a Merche con la inmobiliaria, a Carlos con el bar y sus estudios, a Inés con su alumno,  a Miguel con Paquita y a Antonio con las banderas.  El futuro ya lo tienen aquí, como decía la canción de Radio Futura, "Enamorado de la moda juvenil". El bonito collage de imágenes final nos dijo que este viene bien cargado.

CANCIONES DEL CAPÍTULO
-Dance away- Roxy (principio)
-Defender Andalucía - Enrique Morente
-Enamorado de la moda juvenil -Radio Futura (final)


RICARDO GÓMEZ "Contando mi Cuéntame" en Punto de Encuentro Complutense
 ¿Estudias o trabajas?
Esta semana Ricardo, nos relata cómo se las apaña para estudiar y trabajar, algo que siempre se le pregunta. Lo hace muy bien, con esfuerzo y positivismo. Es una suerte que sea un chico responsable, que saca todo adelante, que le apoyen para hacerlo y sobre todo que valore la importancia de seguir estudiando. Me cae muy bien este chico ;)

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