23 de febrero de 2014

CAP 259 CHARLES, AL MIEDO SE LE MIRA DE FRENTE


CAPÍTULO 259 Cuéntame Cómo Pasó: "Cinco ataques de pánico y una balada de heavy metal"
Carlos tuvo su merecida y propia película, su propio spin-off para contarnos su recuperación.  Todo con el fin de dar carpetazo a la trama de la cárcel y a tanto sufrimiento. Cuentan que no querían pasar de puntillas por la superación del personaje de sus miedos, querían profundizar, hacer un especial  que además incluye otra propuesta tanto visual como narrativa y todo desde el contexto heavy ochentero ( making off). Nos sacan está semana un poco de lo que estamos acostumbrados. El resultado dio un capítulo alternativo muy cinematográfico, elaborado, con mucho y muy interesante con lo que quedarse. Carlos se lleva la historia de amor más intensa que ha tenido nunca. Maravilloso Ricardo Gómez y rompedora Verónica Echegui. 



“Los 80 son de los jóvenes” se ha dicho siempre y este capítulo lo ha sido también. No quiere decir que Cuéntame se olvide del resto de San Genaro para el resto de temporada, no, queda muchísimo por contar.  Ha sido un  homenaje, una  historia por y para Carlos:  vibrante, dura, llena de miedos, de angustias que se superan poco a poco, de ansias de libertad, de respirar y de vivir. Con el personaje de Cristina vimos lo que es andar sobre un precipicio y con Carlos aprendimos que con ganas, el esfuerzo siempre merece la pena y que la vida trae de todo.  No es fácil enfrentarse y compartir los miedos, ver esos cuchillos.

Escena despedida
Cristina llega a la vida de "Charles" como un huracán, le descuadra totalmente, le habla y le trata diferente. Le vacila con descaro  pero luego en el fondo le va arropando y queriendo.  “Yo sí que te voy a dar terapia” le dijo.  El muchacho ve que es una chica que se le  escapa de las manos, que no es nada predecible y que es de un encanto arrebatador. Detrás de esa energía se esconde una mujer con mucho peso encima, con mucho dolor y fantasmas y que además tiene un problema psicológico muy serio, es bipolar. Llegó a intentar suicidarse.  La medicación le merma su capacidad de tocar música y por eso se revela, poniéndose en auténtico peligro. Para ella el final es amargo, huye, y nuestro Carlos lo vive con mucha impotencia pero apreciando lo vivido con ella. Lamenta en el alma verla irse porque ella le ha dado esa vitalidad y oxígeno que le faltaba. Qué bonito el beso sonando la canción del gran Gary Moore "Still Got the Blues"

“Tu mayor enemiga puede ser tu mayor aliada, la imaginación”. Lucía merece mención especial. Muy bien Bárbara Goenaga transmitiendo la serenidad y confianza de una buena psicóloga. Le da a Carlos las pautas para superar su ansiedad con muy buenos consejos y llevando muy bien la terapia de grupo con personas de diferente problemática pero con miedos comunes. Consigue que  vaya superando el terror a los cuchillos, ayudándole a respirar, a relajarse, a evadirse. Curioso que el primer lugar de relax que primero se le viene a la cabeza sea su casa de siempre y  su abuela trayéndole la merienda como cuando era  pequeño. Se ríe al darse cuenta. Luego descubre esos lugares donde marcharse más lejos.


Muy  conseguidos fueron los momentos oníricos entre la realidad y la ficción en los que una y otra vez se le venía Salazar a la cabeza (qué miedo de nuevo Juan Codina) y  también fueron  preciosas las panorámicas desde la azotea y la colina de Paracuellos del Jarama.  Aire, eso es lo que necesitaba Carlos para evadirse. Y todo con esa atmósfera Heavy, esas guitarras doloridas tan fuertes. (Recuerdo que cuando Carlos entró en la cárcel, sonaron los miticos Barones, que Cristina cuenta que asistió a un concierto).


 Ricardo hace un gran trabajo emocional con Carlos. Hizo que notásemos el esfuerzo de abrirse a otros, los agobios, el intento para evitarlos, sus ganas de respirar y el descoloque absoluto que tiene con la chica heavy con la que:  se derrite, se enfada, se ríe, se asusta y se entrega. “Te dejo el bonobus” le dice esta con guasa cuando le roban la moto. Y Verónica Echegui…madre mía… electrizante, qué fuerza tiene y qué interesante y detallada construcción del personaje se marca.  Está bárbara, se come la pantalla. Desquicia y desnuda  a Cristina, jugando con sus vaivenes emocionales, con su risa, con su fuerte carácter. Le pone al personaje un muro que derriba a lo largo del capítulo mientras descubre a Carlos su sentido intenso de la vida.  Guapísima además. 

Escena
Y luego hay alguien también precioso que pasa un poco más desapercibido con tanto huracán;  una personita que aparece a lo largo del capítulo que  ofrece a Carlos un hombro en el que apoyarse, que se divierte con su nueva amiga, que le cura, que le hace sonreír,  que le  ayuda con la terapia y que le dice con franqueza “¿aquí quien está bien?” y “Eso es porque estás conmigo y se te para el tiempo”.   Karina,  de la mano de Elena Rivera, demuestra una vez más que es muy importante en su vida. Hasta la propia Cristina no se creía que no fuera su novia.  

“Preocuparse por los demás no es patológico” le dice Lucía . Carlos demuestra ser una maravillosa persona que aprende de lo que vive, que saca el lado bueno de las cosas. Por eso nos alegramos, como seguro que lo harán sus padres, de que recupere la sonrisa, la ilusión y así superar de una vez la pesadilla. Apoyo no le falta. De las cosas más bonitas de Cuéntame es que hayamos tenido el privilegio de ver crecer y madurar al personaje y a su actor. Bravo Ricardo. Te merecías esta película.

ESCENAS
CANCIONES

3 comentarios:

  1. ¡Muy buena reflexión! Soy una gran admiradora de la serie y la disfruto cada semana pero he de reconocer que el último capítulo me pareció demasiado intenso. Para mí Cuéntame Cómo Pasó es enorme porque es la unión de pequeñas grandes cosas. Es una historia familiar, de la vida, del día a día y eché de menos otros personajes. Aunque por otra parte es normal que quisieran cerrar los miedos de Carlos como se merece y mezclarlo con otras tramas iba a alargar demasiado la agonía...
    En cierta manera me recordó al capítulo de la temporada pasada "Un regalo para Karina", con trama muy joven, muy oscura y muy dura. Pero a pesar de que Verónica Echegui hiciera un papelón interpretando a Cristina, no la habíamos visto hasta ahora y no es lo mismo, el cariño que tenemos a Karina hace que te involucres más con la historia y que a pesar de la crudeza sea más llevadero. Karina siempre será Karina, y como lo borda siempre Elena Rivera. ¡Enhorabuena Elena!
    No puedo estar más de acuerdo con lo del privilegio de ver crecer a Ricardo y a Carlos. En este momento es de los mejores actores del país, lo que no es de extrañar teniendo en cuenta la escuela y los maestros con los que ha contado desde niño...
    Insisto, no es que no me gustase el capítulo, pero estoy deseando que llegue el viernes para ver mi Cuéntame de siempre, el de abuelos, padres, hijos, nietos y bisnietos. Y encima parece que toca Sagrillas ¡A disfrutar!

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    1. ´Gracias por tu comentario. Eso es tiene ese aire independiente de "Un regalo para Karina"

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  2. Pues a mi me gusta esta trama paralela y alternativa al cuentame de siempre, pero si que creo que no encaja demasiado bien. el que aparezcan estos episodios esporádicos con la continuidad de la serie.
    Yo haria un spinoff de la serie a partir de la trama de Carlos con la carcel, con la vida de los jovenes de la serie. O al revés, un spinoff con los mayores, ya que se supone que Cuéntame es la propia historia de Carlos.
    No sé, en cualquier caso, yo agradezco esta serie de capítulos más oscuros siempre que sean bien llevados,pero en mi opinión, este capítulo no resultaba ni de lejos tan creible ni encaja tan bien en la trama de la serie como si que lo hacia "Un regalo para Karina", y no se si es fallo de los guionistas o del director. En fin, sensación agridulce con este último cápitulo, aún así me gustó más que el resto de los de la temporada, de los cuáles solo destacaria el primero de la temporada y el de Antonio en Paris.

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