Recuperar lo perdido, volver a sentir que son solo uno, que juntos son mejores y que no pueden estar el uno sin el otro. Por fin están juntos y que se quieren por encima de todo es ya es una verdad como un templo. Merche y Antonio vuelven a amarse, si es que alguna vez han dejado de hacerlo, a pesar todo lo ocurrido y los errores cometidos. Ahora tienen que continuar, reconstruir y reinventar su historia para llegar a envejecer juntos y sobre todo a disfrutar del uno del otro. La reconciliación fue preciosa, sincera, dejaron claro que se deseaban y se necesitaban y que los sueños del uno, son del otro. Hasta Merche fue capaz de saltarse la ley y Antonio de dejar su bodega. "Quiero que compartamos la vida, quiero que volvamos a empezar". Qué tranquilidad nos dejaron, qué bonito verles quererse y desearse como ellos solo saben, el gran trabajo de Imanol y Ana. Lo dice su canción, “solamente una vez amé en la vida”.
DISPUESTO A TODO
Antonio estaba dispuesto a todo por ella y a asumir su año horribilis. Dio una explicación muy sincera, se sintió mayor, irrealizado, vacío, le salió el Alcántara orgulloso y apartó de su vida a Merche. No se percató de lo que perdía, pensó que tenía derecho a todo, incluso a Paz, y se equivocó de pleno porque él sin Merche está perdido y con ella ya lo tenía todo, nunca dejó de quererla. “¿La echas de menos?”, “ningún día Milano” y es verdad. Antonio ha aprendido mucho de esto, de cómo necesita que sea su vida pero todavía le queda más por aprender de la mujer que tiene a su lado.
El renunciar a la bodega era lo más que podía ofrecer a su mujer para que confiara en él, pero tenía razón de que esto habría ocurrido en cualquier otro lado y Merche también en decir que no fue solo la bodega, hubo más en ellos que falló. Ella valoró mucho el gesto y demostró ser infinitamente generosa en romperle los papeles y en apostar y defender su sueño juntos. “Te hace feliz” .
Les queda mucho por andar y juntos, enlazados en la cama reflexionaron…. Todo lo vivido les ha dolido mucho y se notaba pero quieren luchar por ese gran “Te quiero” que se dedican. Maravillosos Imanol Arias y Ana Duato, con esta escena tan llena de ternura, tan verdadera,y tan sensual con las sábanas revueltas. Cuanto detalle y saber hacer en sus gestos. Les echábamos de menos, es infinita su química. Genial el final costumbrista de los dos leyendo en la cama, poco a poco se construye un mundo.
YA ME APAÑO YO
Poco más que añadir más que un brindis como el de Herminia, que veía emocionada lo que ya vaticinaba. “Tú quieres estar con Antonio, ve a buscarle, que ya me apaño yo aquí sola”. La abuela de España disfrutó de sus días en el Balneario de Archena, de la reconciliación de su hija y de las galanterías del mago. Respiramos profundo con ella de alivio y fueron geniales sus puntillas al quite cuando junto a Nieves comentaba la cena “yo no entiendo nada “Santo Niño del Remedio”. Un goce María Galiana dando el toque oportuno y de calidad a las escenas, llenándola de una felicidad contagiosa. Y Nieves no se quedó corta, hablando con su amiga, animándola y cantándoles su bolero. La volvemos a recuperar para el barrio, lo cual es muy buena noticia porque Rosario Pardo, tiene muchísimo arte y una espontaneidad que viene muy bien a la serie.
MERCHE A LA FUGA
Y vaya si se animó Merche a ir a buscar a su Antonio, lo hizo como si la hubieran sacado de la película Thelma y Louise, habría hecho buenas migas con Susan Sarandon y Geena Davis, disfrutando de la carretera con sus gafas de sol, aliviada con su ya decisión tomada de volver con Antonio. Preciosa. La faena para nuestro disfrute fue que se quedó sin gasolina y no tuvo más remedio que huir sin pagar del energúmeno de la gasolinera con musiquita de carretera americana incluida. Qué emoción, la Milano en el fondo disfrutaba de la travesura. Muy divertida Ana Duato y la situación cuando se encuentra con Antonio y ve este lo que ha hecho lanzando un guiño al mítico personaje de Imanol Arias “¿Ahora qué eres , el Lute”?.
Tronchados de la risa se dieron cuenta que Miguel, que no salía de su asombro ante la fugitiva, se tenía que ir a casa porque ya sobraba entre los tortolitos. Y si se descuida, también sobraba en San Genaro, por lo menos para Pepe, que está que bebe los vientos por Paquita. "Esta buena mi ex mujer" La Loba les trae locos a los dos, ha vuelto muy sexi pero con el genio de siempre, haciendo y desaciendo en el bar como quiere. "Está muy guapa pero yo la veo la cara de mala leche y se me olvida" dice Antonio, dificil, muy guapa Ana Arias.
LAS MUSAS DE CARLOS Y KARINA
Este capítulo fue mucho también de calentones y erotismo muy ochenteros. Carlos está disfrutando su nueva inquietud en la escritura y se ha metido un berengenal difícil de manejar como es el escribir cuentos eróticos. Qué mal se pasa cuando las Musas no te quieren acompañar e inspirar para llenar el folio en blanco. Uno se levanta, se da paseos, se desespera, y busca donde se puede la dichosa idea. Se imagina a Nuka, a la que busca sin rastro, pero no encuentra el estilo narrativo propio.
Por eso acude a quién está siempre, Karina, que le da una lección magistral de lo que gusta a las mujeres y por dónde dirigir sus palabras. Tal es el impetú que le ponen los dos que casi se acuestan y, por pudor a su ya amueblada amistad, paran a tiempo y con posterior ducha fría. No quieren estropear eso, lo prefieren así y seguir sus vidas, pero en ellos siempre queda más que claro que donde hubo fuego, hubo cenizas.
Toni, en cambio sí que pudo escribir pero para su sorpresa no le dejaron y secuestraron el periódico debido al artículo en Cambio 16 que anunciaba que el secretario de seguridad de Fraga iba a ser Eduardo Almirón, Implicado en la Triple A, un escándalo. Qué indignación sentía el muchacho, no se podía creer que ya en 1983 siguiera pasando. Una defensa en toda regla a la libertad de expresión. También Inés se indignó y enfadó por otro lado con el machismo deleznable del actor del programa para niños, que no hacía más que meterle mano sin esperar respuesta. Evidentemente, Inés le puso en su sitio. Qué difícil le está resultando encontrar su línea en la actuación que tiene que tragar con tipejos así y programas no muy inspiradores para ella.
LA PAELLA MÁS FELIZ
Hay que veces las cosas no salen como uno las espera, ni siquiera la paella de los domingos, pero a veces da igual si se pasa el arroz o pasas un mal día. Si se dejan los problemas a un lado y se observa lo que se tiene alrededor, a uno no le queda otra que ser feliz. Los Alcántara son una familia preciosa que vuelve a estar unida, nada importaba más en la comida. Antonio y Merche se daban la mano ante la mirada feliz y orgullosa de sus hijos... y la nuestra...porque también somos uno más en esa mesa. Solamente una vez se entrega el alma… ahora les toca no soltarla nunca más y agarrarla más fuerte. Cuanto les queremos, qué felices nos han hecho.
L.
El detalle: Merche a lo Thelma y Louise
ESCENAS
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