26 de septiembre de 2011

CAP 217 SE NECESITA ALCÁNTARA

CAPITULO 217, LAS PEQUEÑAS Y GRANDES DECISIONES

Comienza la temporada y lo hace muy bien y no sólo en audiencia. Ha sido un capítulo con mucho ritmo.  Ni más ni menos nos sorprenden con un incendio en el negocio de los recreativos que lleva a albergar a medio San Genaro en casa de los Alcántara con la incomodidad que eso supone. Este hecho agrava la crisis de los protagonistas, especialmente la de Desi y Clara. (Me alegró ver a Desi pulular pizpireta e incordiar a Antonio con su característica buena fé)  Por otro lado, Merche y Antonio, intentan no mudarse de casa y recortar gastos, cosa imposible sin mayores ingresos. Todos los Alcántara se ponen a ello y algunos buscan en el YA oportunidades. Fue estupendo el abanico de escenas de todos a la vez reaccionando ante las diferentes tentativas de trabajo.

¡Ah! las entrevistas…qué amargo rato son siempre, qué falsas la mayoría de las veces en las que uno intenta dar lo mejor de sí exagerarando o pareciendo lo que no se es. Es el caso de Carlos y su repentina “espiritualidad” para entrar en el ICADE (Derecho y Administración de Empresas). Otras veces los trabajos no son lo que parecen, como le ocurre a Antonio y la propuesta que le hacen sobre la inversión piramidal. El patriarca Alcántara se cabrea de lo lindo con la absurda idea. Bastante tiene encima como para que, además, le engañe un tipo grimoso. Algo parecido le ocurre a la sobrinísima. Françoise se enfurece al ver que lo que pensaba que iba a ser un anuncio se convierte en un casting para chicas de compañía de lujo. Sin embargo, conociéndola, acabará planteándose seriamente si hacerlo o no (recordemos aquel productor que se le murió en la cama). Me gusta que el personaje tenga esa picardía y manera frívola y descarada de ver las cosas, además qué guapa está Aida Folch.

Pero no todos son malas experiencias, Inés parece que va a encontrar un futuro en la cerámica y quiere arrimar el hombro. Y quien consigue trabajo a la primera es nuestra Merche. Quién no la contrataría. Lo da todo en la entrevista, habla con decisión y seduce en el buen sentido, hace lo que hay hacer, venderse a la perfección. Hasta fuma para parecer moderna e independiente a pesar de que le preguntan si va a tener más hijos (tristemente aún se hace eso). Sin embargo, la Milano no ha acertado, apuesto a que todos hemos intuido las malas intenciones de su jefe, que la miraba furtivamente.

EL QUE ROBA A UN LADRÓN…
¿Te pude caer bien un ladrón? Que se lo pregunten a Antonio. Claro que sí, sobre todo si roba a los que te han robado a ti. Antonio simpatizaba con el atracador de bancos elegante porque le gustaría tener las narices de hacerlo él mismo. Para su sorpresa, comienza a sospechar de Goyo, el vecino, que le deja a cargo de un sospechoso maletín con veinte millones de pesetas.  A Antonio le quemaban las manos al comprobar el dineral que este contenía, hasta vuelve la parte onírica del personaje, soñando que le llueven los billetes.

Atormentado, decide contárselo a  Miguel en una escena hilarante.(vídeo) Geniales Imanol Arias y Juan Echanove en ese toma y daca en el baño. El segundo intentaba convencer al primero como si de un tesoro se tratase. Antonio nervioso asentía… pero no le convencía eso del “fifty fifty” fraternal. Cómo se entienden los dos actores, cambian de registro como quieren y saben hasta dónde pueden llegar con la guasa. Muy divertida la escena. No sólo dentro de la pantalla, fuera son igualmente geniales. Ahora los dos hermanicos triunfan con “Un país para comérselo”, cosa que me alegra infinitamente. Pero volviendo a Antonio, aún creyendo que el ladrón era el padre de Felipe, descubre que no todo es tan bonito y que su vecino es un tipo frustrado e infeliz que simplemente no aguanta a su histérica mujer. “Ay señor” exclamaba Herminia ante las ocurrencias de Pituca.

Otro matrimonio que empieza a hacer aguas, es el de Paquita y Miguel…y no porque Nueva York se inunde. Miguel no es capaz de despedir a Paco y Paquita le reprocha que sea tan blando e inconsciente, sobre todo después del incendio. Pero no sólo es eso… a esta le pasa algo más, esta vez sus quejas de que se le escapa la juventud parecen más fuertes que de costumbre aunque el bueno de Miguelón la adore.

En definitiva, un capítulo muy completo, que ha sentado las bases para lo que vendrá. Cuéntame está en forma y hasta se luce acabando con una preciosa escena de Antonio despidiéndose de su Mercedes…que, perdonarme, se merece un post aparte.

Ver también:

A message to Rudy The Specials
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