ESCENA |
CAPÍTULO 15X09. Cuéntame Cómo Pasó 262. "Más que dos carretas"
“Cuidad de vuestra madre”. Antonio dice adiós y en su despedida le arropa el “No volveré” de la gran Chavela Vargas. No puede continuar viviendo allí y asume la situación frente a sus hijos. Qué tristes estaban, esta paella fue la más amarga de la historia de Cuéntame. Qué vacío se le queda a la pequeña al ver a su padre marchar, cómo lloraba. Los niños en este tipo de situaciones son los más sensibles y vulnerables porque son muy pequeños para entender las locuras de los mayores. Por eso ella preguntaba inocente sin parar “No entiendo por qué dos tetas tirán más que dos carretas”. Y todo esto ocurría mientras el Papa de Roma iba de visita hablando de la unión sagrada del matrimonio. Qué ironía, vimos a Merche, hecha un manojo de nervios, derrumbar la foto de bodas.
A veces nos puede sorprender la capacidad que tienen los críos de asumir con naturalidad lo que ocurre a su alrededor, sin embargo, los padres son los que tienen que ayudarles a superar el trance y ahorrarles situaciones incómodas y mentiras imposibles. Es complicado, Antonio y Merche protegen a su hija con sendos abrazos, pero el mal rato María se lo lleva. Todos se lo llevan. Fue una gran escena, llena de silencios, miradas y mucha incomodidad. La cara de Inés fue un desconcierto, la hostilidad de Carlos reventaba a Antonio, la templanza de Toni se agradecía; Herminia y Miguel trataban de aliviar la tensión, luego estuvo el oportunismo de Desi y Clara y la niña que no entendía nada… Merche no pudo más cuando Antonio intentaba quitar hierro a la situación con el “Son cosas que pasan”.
Fijaros como tiene que estar Mercedes como para no aguantar el tipo, levantarse e irse llorando. No quiere coger el teléfono, no se siente fuerte para hablar con él tranquilamente y bajo ningún concepto quiere que se explique. Simplemente no puede. Es la primera vez que la vemos tan furiosa y dolida, por eso choca verla perder la compostura, pero también es verdad que es la primera vez que Antonio la decepciona y hiere tanto. Este ha podido hacer mil pifias pero siempre su amor incondicional era su salvavidas.
ESCENA |
¿CARROS Y CARRETAS?
“No te atrevas a llamarme Milano”, le increpa mientras le tira la ropa por el descansillo del portal. Vaya antítesis a Romeo y Julieta. Antonio le confiesa que sólo fue una vez y que no sabe lo que siente. “Estas cosas pasan si uno quiere” le reclama ella. A él no le queda otra que agachar la cabeza avergonzado. Merche no puede quitarse la imagen de los amantes desnudos y aunque Herminia trata de que le perdone y aguante, ella no se ve capaz. Y es que la abuela cree a la vieja usanza que en los matrimonios hay que aguantar carros y carretas para poder seguir adelante, que la mujer ha de consentir y entender que el hombre llega a una edad en la que se le puede ir la cabeza. Los tiempos sin duda cambian, y Merche no tiene por qué consentir una traición así cuando ella siempre le ha guardado fidelidad y respeto.
Da mucha rabia verles así porque se quieren, esto no me atrevo a dudarlo. A Antonio se le descompone el cuerpo al escucharla en el balcón hablar del daño que le ha hecho. Él recordaba sus momentos con ella (Escena) otra vez acompañado de Chavela y su “Luz de luna”, qué precioso tema y qué apropiado. Daba la impresión de que el uno sin el otro están como perdidos. Pero a pesar de todo eso, Antonio vive en una gran contradicción y le confiesa a su hermano: “No sé que me pasa, quiero estar con Merche pero no me puedo quitar a Paz de la cabeza”. Basta una llamada de la periodista para volverle a descuadrar y que todo vuelva a darse la vuelta.
ESCENA |
Se reúne finalmente con ella en Galerias Preciados entre anuncios de boda por el altavoz. Esta escena entre Ariadna Gil e Imanol Arias es muy buena. En ella se ve a los amantes inexpertos perdidos, superados por la situación, sufriendo mucho por haber hecho daño, por querer estar juntos y por no saber qué hacer. Antonio llega agotado de no dormir y no comer, pero eso sí, terriblemente guapo. Lo mismo le ocurre a ella. Se ven y sonríen. Paz le gusta, le tiene obsesionado, así lo admite nervioso y un poco desesperado: “tengo tu olor todo el día aquí delante, no sé cómo reaccionar”.
La distancia que al principio había entre sus manos se rompe y se agarran “¿Qué vamos a hacer?”, “quizás es mejor así” dice ella. Antonio le deja claro que quiere mucho a su mujer, que él no quería una amante, sino que todo esto se le ha venido encima y que no se lo esperaba. “No sé lo que buscaba, pero se lo que he encontrado”. La cara y la mirada emocionada de Imanol son un reflejo perfecto de cómo Antonio está roto por lo que le ocurre. Si continúa con Paz a ambos les queda mucho por dudar, por conocerse y ya veremos que por perder. Es decir, una vez ya las cartas sobre la mesa, Antonio tiene que vivirlo y darse cuenta de lo que le conviene, aunque nos duela. Merche sabe que todo lo ocurrido no es ninguna tontería.
LOS CAMARADAS
Antonio no es para nada un infiel experto y gamberro que haya querido herir a su mujer porque sí. No, sin duda no. Ha sido un necio, un débil y un egoísta, que se ha dejado llevar y que se ha embelesado. No es un mujeriego y un caradura como puede serlo Desi o Ramón. Antonio no quiere ni fiestas, ni logias, ni clavelitos, ni nada. La situación para él es grave. Sus camaradas van a animarle y piropearle para hacer honra a su soltería, “eres un tío bello, un brazo de mar, estas hecho un follastres”.
Bochornoso el espectáculo, pero qué gañanes y divertidos Roberto Cairo, Manolo Cal y Juan Echanove. Miguel, que también aguanta su vela solitaria tras la separación de Paquita, se une a la ceremonia para ahogar las penas y luego escuchar las de su hermano. “Si yo te entiendo mejor que nadie”. Vaya loa a la tontería protagonizan los tres bebiéndose media Escocia y mientras Merche abajo escuchándolo y pensando que Antonio bailaba con ellos. Nada más lejos, este estaba con don Froilán confesando que había hecho la mayor de las locuras.
Bochornoso el espectáculo, pero qué gañanes y divertidos Roberto Cairo, Manolo Cal y Juan Echanove. Miguel, que también aguanta su vela solitaria tras la separación de Paquita, se une a la ceremonia para ahogar las penas y luego escuchar las de su hermano. “Si yo te entiendo mejor que nadie”. Vaya loa a la tontería protagonizan los tres bebiéndose media Escocia y mientras Merche abajo escuchándolo y pensando que Antonio bailaba con ellos. Nada más lejos, este estaba con don Froilán confesando que había hecho la mayor de las locuras.
Carlos alucina por cómo su padre ha echado por la borda todo lo construido y el amor tan grande por su madre. Le cuesta perdonar. Karina también se sorprende de lo ocurrido, no es para menos, pero cosas más raras han visto. El Rana se presenta en el bar huyendo de su esposa que luego le viene a buscar y le perdona todos sus devaneos. Carlos a partir de ahora tendrá que aceptar la situación y dejar a sus padres obrar y resolver sus problemas, ambos le quieren y es asunto suyo. Pero vaya, le entendemos…la desilusión y el engaño han sido muy grandes.
MARTA NO ERA MUCHA MARTA
Y no ha sido la única decepción, Toni se topa con su pasado y descubre que Marta, su Marta, fue confidente de la policía. El muchacho ni se lo creía pero Dávila, su eterno enemigo, se lo confirma. Cuantos recuerdos se le vinieron a la cabeza, cuantas ilusiones. Ella fue su modelo, su mentora, la que le abrió los ojos, la que le enseñó que había que luchar por la libertad. Esa fue la mejor Marta, la fuerte, la comprometida, la valiente. Toni la admiraba y la quería y con esto se le cae un mito romántico. Pero no todo es amargo, hay que destacar que ella no le delató a él y esto es importante, quien sabe si solo fue débil o la amenazaron con hacerle algo, lo que sí se intuye es que esto es una gran una excusa para que se vuelvan a ver. Ahora tienen una asignatura pendiente.
Las desilusiones…, qué pena cuando se caen las máscaras. A veces nada es lo que parece. A Toni le ha pasado con Marta y también a Inés, aunque no es lo mismo, con su amigo el actor (vaya ojo clínico tiene también la mayor de los Alcántara). Todo esto Merche no se lo esperaba, ni tampoco Antonio. Como dice Paz “es curioso cómo la vida cambia de repente”. Parecía que estábamos sentados con ellos en el cumpleaños de María, comiendo la paella en silencio, viendo incómodos el panorama. Qué difícil esto para los actores, en especial para Imanol y para Ana. Nos cuesta verles no mirarse. Ay Señor, Señor..., habrá que acostumbrarse.
MÚSICA La semana pasada fue Mercedes Sosa y esta otra gran dama:
muyy buenoo, como siempre jeje
ResponderEliminarpero 1 cosita la de no volvere que salio en kla serie tb era de chavela vargas ;))
Pues tienes toda la razón amig@, fue de nuevo la gran Chavela, se me figuró que era María Dolores Pradera que también la canta precioso :) Corregido. Gracias
ResponderEliminarLos tres últimos capítulos han sido de 10... Y el de la semana que viene promete!
ResponderEliminarCon muchas ganas de que sea Jueves... como siempre!
Y también como siempre maravillosa tu entrada al blog. Nada más que añadir! Un saludo
Gracias Chan!
EliminarJueves a jueves seguir a Cuénteme es una manera de medir el pasaje del tiempo... Qué larga se me hace la semana esperando el próximo capítulo!!! El año pasado me puse al día con la serie día tras dia después de haberla descubierto! Creo que hasta mi esposo envidiaba el tiempo de exclusividad que le dediqué a los Alcántara!!! Este capítulo mueve a la reflexión, como tantos otros... Abrazo desde Uruguay!!!
ResponderEliminarOtro abrazo enorme !! gracias por tu comentario y tu pasión por la serie.
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